miércoles, 9 de marzo de 2011

De Partidos y de Coaliciones


            La campaña electoral hacia 2014 dio inicio en la República Oriental del Uruguay. Guste o no, las declaraciones realizadas la semana pasada por el ex-Presidente Vázquez, aceptando que va a ser candidato presidencial, fue el puntapié inicial del juego por la presidencia para el período 2015-2020. La definición en cuanto a ese tema era pedida desde el entorno del Presidente Mujica, la propia Senadora Topolansky lo había solicitado, durante los primeros meses de mandato. Mientras algunos hablaban de suicidio del mandatario actual, la realidad es que se buscaba una señal que apaciguara la movilizada situación interna frentista de una vez. La razón primordial: la lucha interna estaba cerca de llevarse puesto al propio Presidente de la República.

Más allá de la importancia del anuncio de Vázquez, por más que podría decirse mucho al respecto, la situación de la coalición gobernante ya fue motivo de un análisis anterior. Por eso hoy me quiero concentrar un poco más en las situaciones de los partidos tradicionales. Durante el año que ha pasado, el primero del mandato de Mujica, se han realizado algunos intentos de autocritica y de evaluación, en el ámbito de las respectivas convenciones y demás órganos internos de cada colectividad, del desempeño de ambos partidos que no han arrojado resultados importantes. Sin embargo, desde fuera de ellos, personalidades de cierto peso en ellos, han llevado adelante un marcado intento por poner sobre la mesa un tema urticante: una coalición electoral entre los dos partidos políticos fundacionales como forma de derrotar al Frente Amplio.

Desde que se supieron los resultados de las Elecciones Departamentales y Municipales de 2010, por decir lo menos, ciertos sectores de los partidos tradicionales, de periodistas, de académicos y de la propia opinión pública, han estado hablando continuamente sobre la necesidad de una especie de coalición electoral entre el Partido Colorado y el Partido Nacional de cara a las Elecciones Nacionales de 2014. Ante cada dato, hecho o declaración política, que se haya realizado en el país, se escuchan las voces de aquellos que entienden que no existe otra forma de lograr alejar al Frente Amplio del gobierno nacional. Sin dudas, es lógico y entendible que, quienes no están de acuerdo con los lineamientos del actual gobierno, quieran desplazarlo en las próximas elecciones. Sin embargo, no es tan lineal el argumento que utilizan.

            Se han señalado, electoralmente hablando, dos razones principalmente para hablar de una unión de ambos lemas fundacionales de cara a 2014; por un lado, la necesidad de superar al Frente Amplio en la elección presidencial; por el otro lado, la posibilidad que, mediante dicha coalición, sea más probable cerrar la puerta a una nueva mayoría legislativa a la izquierda en el caso de un tercer mandato de la “izquierda”. Sin embargo, ninguna de esas razones para ser lo suficientemente contundente, por lo pronto para quien escribe, para dar crédito al sinnúmero de comentarios y artículos que se escriben hablando de una necesaria coalición de blancos y colorados. No obstante, para ser serios y respetuosos de tanto esfuerzo argumentativo de tan importantes conciudadanos, me parece oportuno analizar cada uno de los argumentos y demostrar el por qué de su incapacidad para convencernos en su intento.
           
            El primer argumento esgrimido, la necesidad de superar al Frente Amplio en las Elecciones Legislativas de 2014, es francamente incorrecto. El sistema electoral actual, impuesto por la reforma constitucional de 1996 y que prevé el “ballotage” para definir la Presidencia, hace innecesario superar al Frente Amplio en una primera vuelta. Recién en segunda instancia, entre las dos formulas más votadas, hace necesario superar al contrincante para adjudicarse la victoria. Esa es la gran diferencia entre las Elecciones Presidenciales y las Elecciones Departamentales en nuestro país. Mientras que para elegir Intendente si es necesario ser el candidato más votado, dentro del lema más votado, en esa única vuelta electoral para vencer; en el caso de la Presidencia eso queda para definir, en el caso que ningún candidato alcance el 50% + 1 de los votos emitidos, en la mentada segunda vuelta. Por ello, la necesidad de “alianzas” entre ambos partidos tradicionales, sugeridas en muchos departamentos por la necesidad de sobrepasar el caudal electoral del Frente Amplio, dada la inexistencia de una contienda electoral entre los dos candidatos más votados, es inconducente en la lucha presidencial.

            La reforma constitucional de 1996, aprobada a duras penas con el apoyo de blancos y colorados, si bien permitió demorar la victoria frentista hasta 2004, tuvo y tiene un sinnúmero de consecuencias negativas para ambas colectividades que ya he analizado en otra ocasión. Sin embargo, como forma de explicar mi postura, voy a recordar la más importante relacionada con este asunto: la imposibilidad de cambiar de lema durante todo el ciclo electoral. Con ello, pienso que intencionalmente, se obliga a cualquier persona que forme parte de una lista a cualquier cargo electivo por un lema, desde las “Elecciones Internas” a las Elecciones Departamentales, poder ser postulado por otro lema en el resto de ese ciclo electoral. De forma tal que, en el caso de un acuerdo entre ambos lemas fundacionales, sería necesario dejar fuera de las listas de ambos partidos, durante todas las comparecencias de 2014, a aquellas personas que se piense ingresar a las listas que se presentarán a las Elecciones Departamentales de 2015.

Más allá de todo esto, seguramente habrá alguien que me responda que ello ya sucedió anteriormente. En realidad, si se analizan todas las Elecciones Departamentales desde 1999 a la fecha, dicha alianza solamente se dio, como tal, en el departamento de San José para 2004 y 2009, logrando en ambas oportunidades la victoria frente a la “izquierda”. No obstante, sería oportuno que se asumiera, por parte de quienes apoyan la opción de la “coalición”, que en esos casos se fue a las departamentales con dirigentes y personalidades de segundo orden, sobretodo en el partido o fracción con menos apoyo electoral antes del acuerdo, ya que los líderes o referentes fueron candidatos anteriormente para asegurar la mejor votación posible en la Elección Legislativa y la Primera Vuelta Presidencial del año anterior. En el resto de los casos, en victoria o derrota, fueron los electores los que, haciendo valer su voto, decidieron apostar por el lema tradicional con más chances de vencer al Frente Amplio. Por todo ello, por más que se entienda útil a nivel departamental, es complicado e inconducente apostar por esta vía en el caso de las elecciones presidenciales.

Ahora es el turno de analizar el caso de impedir una mayoría parlamentaria de la “izquierda” en caso de una tercera victoria frentista en 2014. La realidad de los números marca que la mayoría legislativa que ostenta el gobierno de Mujica durante su administración, es resultado de la ingeniería electoral. Si bien la “izquierda” no logró la mayoría absoluta de los votos en la Elección Legislativa de 2009, la dispersión de los votos opositores, entre varios lemas incluidos los lemas tradicionales, permitieron por “restos” el Diputado número 50 para el Frente Amplio. Es más, en caso que blancos y colorados hubieran conformado un solo lema de cara a esas elecciones, la “izquierda” no hubiera conseguido la mayoría en la Cámara de Diputados. Sin embargo, la unión de ambos lemas tradicionales no asegura que en toda circunstancia se asegure lograr tener a favor los restos de forma de imposibilitar la mayoría legislativa de la “izquierda”.

De esta forma, luego de analizados los principales argumentos, reitero la posición por la cual las coaliciones entre ambos lemas fundacionales son necesarias en determinados momentos y no lo son en otros. A su vez, reafirmar que ambos lemas son reflejo de una serie de posturas políticas y filosóficas diferentes y que deben respetarse las mismas. Por poner ejemplos claros, mientras los colorados son más republicanos, los blancos son más liberales: mientras los colorados miraban a Europa, los blancos eran más americanistas; mientras los colorados eran más laicos, los blancos eran más apegados a la iglesia. Esos rasgos hoy también tienen significados y consecuencias políticas por más que muchos no las noten o tengan presente.

Siguiendo con el mismo razonamiento, es importante dedicar unas líneas al tema estratégico. Los blancos y los colorados compiten en distintos niveles. Por un lado, quizás en cantidad es la población más importante, compiten por un mismo electorado que navega entre uno y otro dependiendo de candidatos y propuestas. Por otro lado, uno contra otro también, compiten con el Frente Amplio y el Partido Independiente, por diferentes pequeños conjuntos de votantes que no tienen una clara identificación partidaria o han sabido pasar de uno a otro en el pasado. Por tanto, es necesaria una doble estrategia a futuro: Conflicto (o Diferencia) y Cooperación (o Coordinación). Lo más sorprendente, para la mayoría de la ciudadanía, es que no tienen ni una ni otra en operación hoy día. Y eso es lo que más daña las posibilidades electorales de ambos partidos en el futuro.

Por último, por lo menos por esta oportunidad, este detalle de falta de estrategias en ambos partidos tradicionales ha desembocado en un sentimiento novedoso entre la población: la sensación que no hay oposición. Por un lado, el Frente Amplio realiza un doble juego, similar al propuesto para los otros grandes partidos, de ser oficialismo y oposición a la vez, que les quita espacio a los otros jugadores. Sin embargo, parte de la culpa es de los viejos partidos que no logran pararse en el terreno. La falta de rapidez, o acidez, en la crítica, en temas que para la ciudadanía son importantes, termina resultando en un alejamiento de la población de blancos y colorados. Errores propios y virtudes ajenas, repercuten en bajar el potencial electoral de ambos partidos en el mejor momento para crecer mientras el Gobierno sufre el desgaste de la responsabilidad.

20 comentarios:

CEIBO BLANCO dijo...

BLANCOS Y COLORADOS NO PUEDEN UNIRSE PORQUE SON DOS PARTIDOS TOTALMENTE DIFERENTES,ESE ES UN TEMA QUE NO TIENE DISCUSIÓN... SALUDOS!!!

Cristina dijo...

blancos y colorados si nos unimos,no en todo pensamos distinto,somos personas de buena voluntad,construimos un pais,lo que es el agua y el aceite son los partidos tradicionales y el Fraude Ampliooooo!!!!!NO SEAAMOS TAN RADICALES POR ESO ESTAMOS COMO ESTAMOS...SI DEBEMOS UNIRNOS PARA GANAR ESTO QUE EN VEZ DE BATALLA PARECE UNA GUERRA POR PARTE DEL fA LO HAREMOS,ASI PIENSAN EN SU MAYORIA QUE DESEAN QUE NUESTRO URUGUAY VUELVA A SER LO QUE SIEMPRE FUE.QUE HARIAS TU CEIBO SI OJALA QUE JAMAS !!!!MATARAN,ASALTARAN,FUMARA PASTA BASE,NO QUIERA ESTUDIAR ETC ETC UNA PERSONA QUE TU AMAS????

Diego dijo...

Es, o debería ser, una cuestión de ideales y no de beneficios, la pregunta "¿Qué tan útil es unirse?" apuntaría a meros especuladores, los BLANCOS de verdad son sólo BLANCOS

Pepe dijo...

Las diferencias partidarias no son obstáculo para acuerdos básicos del estado, pues ¿cómo se explica la creación de la CEE luego de 2 guerras mundiales? Vamos señores, el problema está en la actitud: mientras no renunciemos al poder miserable de cada chacrita seguiremos viviendo en el eterno minifundio mental y material, mientras cantamos con Viglietti a desalambrar, a desalambrar...!!!

Diego dijo...

Deben coexistir todos los partidos, pero de ahí a unirse me parece que hay trecho. Sí me parece bien que haya acuerdos, no me parece que todo sea un solo acuerdo entre dos partidos, así no habría diferencias partidarias, ni oposición, ni interpelaciones, etc. cosas que hacen una democracia.

Anónimo dijo...

posturas de desunion van a seguir ahondando las diferencias en los margenes electorales.
No existen diferencias entre blancos y colorados. Desde el punto de vista ideologico son la misma cosa en este mundo que vivimos HOY.
Pero a sus lideres les sirve ir por separado porque no pueden arriesgar sus chacritas (pequeños liderazgos). Prefieren ser cabeza de raton antes que cola de leon.

Cristina dijo...

unirce si y segun para que y por que,no nos entendemos o yo no entendi y no me se explicar ,jamas se le pasaria a nadie que el partido colorado y blanco fuere uno solo .no cambiemos la historia ni pensemos que se puede tener la remota idea que se puede , repito como antes lo hicimos unirnos para un solo motivo no quiere decir convertirnos,disculpen si entendi otra cosa en algun comentario .

Esteban dijo...

Que tradicionalmente sean distintos, no quiere decir que no se le presente a la gente no frentista una nueva opción. ¿Acaso en Brasil, en Chile, en varios países de Europa, e incluso en ocasiones en Argentina no se han formado coaliciones de distintos partidos? Acá no se trata de fusionarse sino de juntarse para ganar. Está claro que el votante de Lacalle y el de Bordaberry no piensan tan distinto ¿por qué no votar lo mismo? ¿No pueden sus técnicos llegar a propuestas comunes para la seguridad o la educación? ¿O van a seguir jugando los dos con votos que van y vienen?
Creo que el tema es que muchos tienen miedo de perder su cuota de poder y otros están seguros que algún día van a ganar. Mientras tanto del otro lado un ex presidente socialista busca un vice apoyado por los tupa para ganar con el apoyo de comunistas, socialdemócratas, etc. para lograr (como están planteadas las cosas) una victoria segura. Si del otro lado la fórmula fuera Bordaberry Lacalle o Larrañaga Bordaberry o Bordaberry Lacalle Pou, ¿la victoria de Vázquez sería tan segura?

Christian dijo...

Excelente Sebastián, sigue escribiendo sobre estos temas pues hay mucha tela para cortar ;-D. Te felicito me gusto tu artículo....Saludos

Anónimo dijo...

www.concertacionciudadana.org allí se encuentran argumetnos sobre el asunto.
Francisco FAig

Anónimo dijo...

Por falta de tiempo, leí con relativa atención (confieso) su columna. Estoy de acuerdo con que es un error burdo (que demuestra el escaso nivel de los dirigentes que lo manejan) hablar de la necesidad de coalición formal para oponerse al tr ...iunfo frentista en lo nacional. A la vez, estimo que dicho movimiento estratégico es inexorable para lo municipal, so pena de que la mugre, el ruido, las murgas vueltas cultura oficial y un ataque de caspa esperando el bus (porque no pudimos pagar la patente) mientras leemos la factura de contribución e impuestos terminen con nuestras penas. Pero mucho más que eso, es imprescindible que los dirigentes se despierten, se den cuenta que el rió sigue subiendo y copien bien lo que hace el Frente; que tiene muy mucho mayores diferencias ideológicas, políticas, filosóficas, religiosas, etc. que los partidos fundacionales. Respecto de la Legislación vigente, con hacer lo que hace el Frente alcanza: partidos con autoridades y programa propios se coaligan, participan de elecciones internas bajo un mismo lema y la Convención resultante define el programa conjunto. (Espero, de corazón, bastante más transparencia, democracia y respeto por los votantes). No es difícil. Lo difícil es que los que los conducen den los pasos (incluso al costado) requeridos para que la gente que elige a quien vota en cada elección (pequeña pero decisiva minoría) pueda volver a creer que, juntos y con nuevas figuras exitosas en sus metiers, arrancadas de ámbitos ajenos a la politiquita que practicaron hasta hundirse y continúan practicando) son una alternativa creíble, además de posible. La trist-pereza que me da ver cómo todo se alinea para que -con una gestión y unas peloteras como las que exhibe el Fente- la nueva mayoría boba se dispone a encajarnos de nuevo su "cambio" y el partido en el gobierno se encamina (in)tranquilamente a ganar, dejaron un artículo ("De Oposición a Popósición en 25 años de democracia rescatada") a medio terminar. Si le interesa se lo mando. Un gusto, y gracias por el aporte.

Anónimo dijo...

y les guste o no el frente amplio gana en el 2014 caminando, en el 2019 si renueva su perfil con un candidato nuevo por ej Sendic vuelve a ganar y a llorar al cuartito, Pedro sin apellido, algun dia ganara no antes del 2019 y solo por futuras malas desiciones del FA sino seguiremos cambiando el pais que arruinaron los rosados por 50 años mas.Demian

Anónimo dijo...

Muy interesante todo lo publicado aqui; evidentemente la solución para poder ganar al Frente, no cabe dudas, es enfrentarlo mediante una coalición entre blancos y colorados que tienen que dejar ese criterio tan criollo..! de cuidar la chacrita, asi no vamos a ninguna parte.. esperemos que recapaciten y piensen con un sentido más amplio; de lo contrario se corre el riesgo de volver a perder.-

Pris dijo...

Muchas gracias, Sebastián, por tan interesante aporte que sin duda valen una profunda reflexión. Al respecto, tengo mi opinión formada, pero siempre es beneficioso leer e informarse sobre otras miradas, coincidan con las nuestras o no. Abrazo

Fitzgerald Cantero Piali dijo...

Sebastián comparto en líneas generales. Te hago algún comentario, la reforma del '96, además de la mayoría de blancos y colorados (hubo intendentes que estaban en contra de la reforma)estaban a favor Seregni y Astori, este último era la mayoría dentro del FA, en ese entonces, también lo estaba el Nuevo Espacio.
A cuenta de entrar -con tiempo- a fondo al tema, considero que tiene otras inconveniencias y debilidades una hipótesis de unión o coalición...

Walter dijo...

Y si ya son rosaditos hace unos años haganlo oficial y listo junten los años de fracaso!!!

Juan Carlos dijo...

Me pareción un muy buen análisis, Sebastián. Agrego: lo que sí pueden hacer los partidos históricos, tradicionales o fundacionales, es trazarse un plan estratégico común para lograr, en primer lugar, que no hay un partido (cualquiera), que monopolice la mayoría parlamentaria... y luego, en el balotaje se ven los "pingos"

Pedro Eldo dijo...

Sebastián, coincido totalmente contigo aunque claro hubiera calificado de manera un poco mas grosera pero bueno igual coincido, aparte muy interesante lo del informante.

Pablo dijo...

Muy buen artíciulo Sebastián. Coincido contigo en todo, pero agrego que en política no solo es cuestión de conveniencias, sino también y fundamentalmente de principios. Nunca apoyaría este tipo de coalición o como quiera llamársele con el Partido Nacional.

Nicolas dijo...

Lamentablemente, en las últimas dos elecciones se comprueba esto, blancos y colorados compiten. Luego se apoyan tibiamente en balotage. Incluso no en demasía. Creo que eso no solo debe cambiar ya sino que debe haber un proyecto en común par ...a poder juntos pelear y ganar. Las intendencias creo se podrían todas y en lo nacional vamos andar ahí. Mientras el orgullo de cada uno impida bajar del caballo seguiremos con gobiernos del frente. Antes era porque la gente no quería. Creo que fuimos los primeros en entender. Ahora deben entender los políticos.

Publicar un comentario