jueves, 31 de marzo de 2011

El "Video" y la Desinformación



En menos de un mes, por lo menos desde que se tomó estado público la situación, el affaire del “Video” ha tenido innumerables mojones. Desde la publicación de “Búsqueda” hasta la “auto-expulsión” que el “Movimiento de Participación Popular” decretó del Senador Saravia, por votar con la oposición la Interpelación de dos Ministros, el asunto no ha dejado de tener consecuencias. Los claroscuros, las sinrazones, las contradicciones, los contragolpes, los silencios, las declaraciones, todo ello y mucho más es el centro de esta nueva nota titulada “El Video y la Desinformación”.

Voy a empezar pidiendo disculpas. Por lo menos estoy pensando en dos razones para hacerlo. Primero, voy a hacer un impasse en el análisis de los partidos políticos, por lo menos por estos días. Segundo, la nota es un poco larga. Sin embargo, es imposible dejar afuera las muchas aristas del asunto del “video”. Sé que no te gusta leer por demás, pero si de alguna manera todavía pansas que las cosas que pasan en política, a la corta o a la larga, afectan tu vida, no es tiempo perdido. Todos hemos estado hablando y opinando de este tema, y sería interesante que nos dejara algo este extraño suceso. Ahora que lo pienso, en realidad, las disculpas las debería dar el Presidente Mujica. Él, y su salida a escena con el “Video”, me hacen caer en los dos errores.

Comencemos por organizar el análisis. Para ello usaremos declaraciones y comentarios hechos por los principales actores, el Presidente, su Ministro de Defensa, su Ministro del Interior y otros actores político o gubernamentales, y los informes de prensa sobre el tema, de forma tal de tener una idea acabada de los hechos. El comienzo de este tema, por lo pronto para la opinión pública, lo podemos rastrear en el 10 de Marzo cuando el semanario “Búsqueda” publica la noticia de un presunto comando de militares uruguayos autodenominado “Ejército Nacional Libertador”, que amenazaba, a través de un “video” con realizar "operaciones" para liberar a los militares presos en la cárcel de Domingo Arena. En ese informe periodístico se daban detalles varios sobre el “video”, los cuales son resultado del cruzamiento de declaraciones de muchas fuentes, algunas que dijeron haber visto el video, ya que el semanario solamente tuvo acceso a un audio del mismo, sin dejar en claro cómo se hicieron del mismo los periodistas.

            En base al informe de Búsqueda, en el video, casero y de formato muy similar a los que emiten organizaciones terroristas como Al Qaeda o ETA, se puede ver a tres supuestos soldados, ataviados con uniformes de guerra y que cubren sus rostros con pasamontañas. Una bandera uruguaya cubre un atril que está por delante de quienes emiten el comunicado y sobre ella se posa un sable. La escena la completan una bandera de Artigas y otra de los Treinta y Tres Orientales. El comunicado lo lee el que está en el medio de los otros dos y, pese a que se trata de un video casero, Búsqueda asegura que “no es improvisado”. “Muestra de ello es que el supuesto soldado que habla parece estar leyendo un telepromter (aparato electrónico que refleja un texto previamente cargado en una computadora, en un cristal transparente que se sitúa en la parte frontal de una cámara)”, señala la publicación. En el comunicado leído en la grabación, transcripto por el semanario, los autores justifican su proceder expresando como motivos del mismo “la desarticulación progresiva de las FFAA (Fuerzas Armadas)” y “la situación de (los) camaradas en situación de retiro”, entre otras consideraciones.

            Ante las dudas de la existencia de dicha filmación, el 14 de Marzo, durante la gira presidencial en San Pablo, Brasil, Mujica aclaró que él tuvo acceso al “video”. El mandatario, en una conversación informal, aseguró allí a los periodistas uruguayos que lo acompañaban que él mismo pudo ver la filmación, según adelantó oportunamente el informativo de Canal 12 a través de su corresponsal en el evento, Mariano López.

            Y desde ese momento empezaron las contradicciones, los errores, los horrores, la desinformación, la distracción y, se podría decir que hasta, la deformación. Al día siguiente, todavía en Brasil, el mandatario contesto a los periodistas sobre el “video”:“No le voy a decir nada porque tenemos que investigar todo lo más que se pueda”, en un tono bastante ofuscado. Según informó Últimas Noticias, en ese momento, el Ministerio de Defensa es quien estaba llevando a cabo una investigación sobre el “video”. “Todo lo que diga se vuelve contra lo que tenga que investigar”, afirmó Mujica, a quien se lo notó molesto cuando fue consultado sobre el tema. Repreguntado sobre si había visto el “video” respondió: “Eso es cosa mía y de los que tengan que investigar”, dijo. “Los demás se callan la boca”, señaló. Hasta ese momento, 15 de Marzo, hasta el propio Ministro del Interior, Bonilla, dudaba del “video”.

            Sin embargo, el supuesto “video” tenía un pasado que no todos podíamos conocer. En Febrero, cerca de un mes antes que el tema tomara estado público, el primero en tener alguna información fue el Ministro Rosadilla, el que recibió una transcripción del mismo. De la misma manera, dos días después, al Presidente Mujica, un ex-integrante del MLN, le hace llegar un link para verlo, lo cual hace inmediatamente. En una reunión entre el Presidente y su Ministro se decide informar a algunas personas sobre el asunto, por las dudas que las amenazas pasen a los hechos. De esta forma, es Rosadilla quien se encarga, en los días siguientes, de reunirse con el Presidente de la Suprema Corte de Justicia y los principales líderes de los partidos políticos con representación parlamentaria. A todos se les entrega una copia de la transcripción pero no el link para ver en internet. Se les solicita a todos la reserva del caso, y en el caso de la SCJ se pide que la Justicia no investigue por el momento.

            Más allá de todo lo particular de la situación, luego de la publicación de “Búsqueda”, todos los dirigentes partidarios y de la justicia demostraron su rechazo enfático al contenido del “video”. A su vez, el Juez Díaz y la Fiscal Ferrero deciden abrir un expediente judicial, con “terrorismo” como caratula, para investigar sobre los autores de todo esto. Y en ese momento, con la justicia actuando, los partidos políticos liberados y la ciudadanía enterada, empezaron muchos más problemas para el gobierno.

            En esos días, en distintos momentos, el Secretario de la Presidencia, el Ministro de Defensa y el Ministro del Interior y el Encargado de la Inteligencia en el Estado, tuvieron que declarar ante los medios sobre el asunto. Breccia fue el único que dijo estar en conocimiento del asunto. En cambio, los otros funcionarios, los Ministros y el Encargado de la Inteligencia, informaron que ellos no habían visto el “video”, que no sabían si el Presidente lo había visto, que no conocían a nadie que lo hubiera visto y que se estaba investigando, aunque nadie pudo aclarar realmente quién lo hacía. Sin embargo, el 17 de Marzo, el Director de Información e Inteligencia declaró dudar de la existencia del mismo, que nadie le había entregado mayor información al respecto y que fue la Justicia quien le dio vista en el tema y no el Poder Ejecutivo. De esta forma, los días pasaban y seguía faltando la información oficial o de los medios de comunicación.

            Recién en este momento, entre el 21 y 22 de Marzo, el asunto del “video” llega al Parlamento. En las Comisiones de Defensa de ambas Cámaras del Legislativo se recibe a los Ministros de Defensa y de Interior. El fin, lógico, es que den mayor información y las explicaciones del caso a los representantes de los partidos políticos. La falta de claridad, sobre lo que podían llegar a declarar los secretarios de Estado, llega a tal punto que un legislador del Frente Amplio solicita la instalación de una pantalla para ver el “video”, aunque el mismo no obraba en poder de los Ministros. Sin embargo, algunos detalles del “culebrón del video” pudieron rescatarse de la comparecencia.

            Rosadilla, en su comparecencia en la Comisión de Defensa del Senado, informó que le preguntó al Presidente sobre si había visto el “video” y entonces “…él nos confirmó que había visto, que le mostraron imágenes vinculadas al documento escrito…”. “…El Presidente no tiene el video ni nunca lo tuvo. A él le mostraron estas imágenes; las vio, pero no le entregaron esta documentación, no la posee ni nunca la tuvo. Solamente se la mostraron…”, agregó. Sin embargo, las muchas dudas que quedaron en la oposición sobre el manejo del tema, llevaron a blancos y colorados a definir la interpelación, que realizarán en forma conjunta, a ambos Ministros.

            En declaraciones ante varios medios de prensa, el miércoles pasado, el mandatario generó demasiada ansiedad en el ambiente al anunciar que dedicaría su audición, “Habla el Presidente”, del día siguiente a tratar el asunto del “video”. Según sus declaraciones, todos habían hablado del tema y el que había visto el video, que era él, no había hablado. Por eso había que esperar a lo que dijera al día siguiente. Para analizar sus declaraciones, y en base a un trabajo realizado por periodistas del diario “El País”, voy a transcribir las declaraciones del Presidente en su audición y, luego, voy a agregar comentarios sobre las mismas, los que me parecen útiles para el análisis. De esta forma, el lector tendrá la parte medular  de la audición de Mujica y, dentro de la misma, una serie de números que los va a llevar a mis comentarios al final del texto.

“Hace semanas, muchas semanas, recibí la información de amenazas hechas por presuntos militares, anunciando eventuales acciones diversas, asunto que ha tenido una amplísima difusión y comentarios de todo tipo por todas partes en los últimos días. (1)
En aquel momento hace varias semanas, cuando recibí la información, lo primero que hice fue callarme la boca y promover una investigación a cargo de la Policía, como corresponde, para tratar de tener más elementos, porque en definitiva lo que recibíamos era una alarma. (2)
En materia de suposiciones, podíamos pensar cualquier cosa, podía ser desde un chiste de mal gusto, a una intención de intimidación o al intento de desprestigiar a las Fuerzas Armadas, o a líos entre sectores, o al afán de escándalo; o podía ser una contramaniobra de inteligencia, o podía tener origen en cualquier otra formación de carácter política. Especulando, especulando, podríamos llegar a diversas supuestas interrogantes y propuestas. Hoy pienso subjetivamente, pero puedo estar equivocado, que el verdadero intento era amedrentar al presidente. (3)
Pero lo primero, objetivamente, que hicimos fue tratar de investigar en silencio y no generar ninguna alarma, porque sencillamente era la manera de facilitar la investigación. Cuanto menos bulla y pamento, mejor para poder investigar.
Lo segundo que hicimos de inmediato, y por las dudas, fue que se informara de lo central que tenía esta información al señor presidente de la alta Corte de Justicia y a cuatro ciudadanos más, representativos de los partidos políticos del Uruguay, y punto. Y nada más. (4)
¿Por qué hicimos trasladar lo sustancial de esa información? Porque si a pesar de todas las dudas que teníamos y que tenemos, algo llegaba a estallar, teníamos claro que el Poder Ejecutivo debía responder en forma dura y fulminante y en ese caso, que quisiéramos que nunca se diera, la opinión de algunos ciudadanos advertidos podía ayudar a que en un clima de conmoción la ciudadanía se ubicara.
Cuando ha pasado el tiempo y todo lo que ha pasado, y visto en perspectiva, si nosotros no hubiéramos hecho ese informe a esos cinco ciudadanos nadie hablaría hoy de este asunto; sería una anécdota periodística y nada más. Sería un ruido de prensa y absolutamente más nada. (5)
Porque cuando nosotros dimos esos pasos pasaron varios días, semanas, sin que hubiera novedades en el país. Pero cuando salta una nota de "Búsqueda" que se hace pública, a partir de ahí se encendieron todos los motores, todas las especulaciones y muchos personajes de la política se sintieron en la imperiosa necesidad de hablar y de opinar. Es una cosa curiosa porque algunos de ellos, cuantas veces necesitaron, me han llamado por teléfono por esto o por aquello. Y he tenido una relación de enorme respeto y de consideración en todo este tiempo con la oposición. Eso me parece que no se puede negar, que es un dato de la realidad.
Lo que nosotros no podíamos manejar y por eso cometimos el error, si se quiere de buena fe, de informar a cuatro ciudadanos representativos de cada uno de los partidos políticos que operan en el Parlamento, lo que no podíamos saber es que la oposición había decidido hacernos la guerra y como tal se iba a comportar. Porque otra justificación no podemos encontrar. (6)
Porque es obvio que cuando apenas se tiene una alarma, lo primero que hay que hacer es investigar y al hacerlo la Policía se pone en contacto, como me consta, con el Poder Judicial y como tal procede. Pero lo que menos se debe hacer es contribuir a crear un clima que perjudica cualquier investigación. Esto está en la tapa del libro y es bastante elemental. (7)
En un primer momento pensé que el afán mediático de algunos actores políticos los llevaba a una situación un poco `vocinglera` si se quiere. En la medida que han pasado los días veo que la oposición tiene enormes dificultades, no encuentra... El país no anda tan mal, anda bastante bien, no quiere decir que no tenga problemas. Pero como hay que hacer oposición y hay que pegarle al presidente, por las dudas, cualquier monedita sirve. Y entonces, en lugar de tratar de aportar cuestiones útiles que puedan ayudar en estas cuestiones, en lugar de balancear antecedentes, de pensar, de ser discretos, se optó por el otro camino y se ha caído en verbalismos, en acusaciones de falta de profesionalismo, (8) por gente que ayer nomás, algunos de ellos, nos presentaban la foto de Berríos en Italia cuando le habían cortado la cabeza y lo habían enterrado en un arenal en el Uruguay, y cuestiones por el estilo. Realmente yo creo que pudiéramos discutir cosas mucho más interesantes y más útiles...
No; estamos discutiendo si hay un video o no hay un video y cuestiones por el estilo. (9) Realmente creo que nosotros hemos tenido una conducta de consideración y de respeto hacia la oposición, que se podría haber elevado un poco más la categoría del debate. Pero las cosas son así.

(1) Mujica afirma ahora que recibió "información". No admite, como si lo había hecho  antes, haber visto un “video”. Tampoco imágenes como después trascendió por los medios. Tampoco informa si existe un "audio" del mismo, lo que si hace “Búsqueda”. Y muestra su sorpresa por la "amplísima difusión" que tuvo el hecho, ¿qué esperaba?

(2) Como dijimos antes, el 17 de marzo, el director de Información e Inteligencia de la Policía, José Colman, afirmó que no vio el “video” y tampoco nadie de su entorno jerárquico. "Si el Presidente lo tuviera, lo enviaría a la DNII, que es el área de Inteligencia del Ministerio del Interior", expresó al diario La República. De hecho, la investigación judicial fue iniciada de oficio por el juez especializado en crimen organizado Jorge Díaz, a pedido de la fiscal Mónica Ferrero.

(3) Los Ministros, Rosadilla y Bonomi, restaron importancia a las presuntas amenazas que se desprendían del “video”, durante sus comparecencias ante los legisladores. "No parece ser muy seria la amenaza", dijo Bonomi.

(4) Fue el Ministro de Defensa quien entregó a los líderes partidarios "un papel", según la descripción de uno de estos dirigentes, con el texto literal de la transcripción del "audio" correspondiente a un presunto video. Hay que recordar que el primer comunicado hacía los líderes partidarios fue escrito por Rosadilla, desde su celular, con bastantes deficiencias ortográficas y sintácticas. Según la información original de "Búsqueda", Mujica puso al tanto de la situación, además, "a los ministros más importantes del gabinete, a la Suprema Corte de Justicia y a las principales jerarquías de las Fuerzas Armadas". Sin embargo, varios de sus colaboradores negaron estar informados del asunto ante los medios y los legisladores opositores.

(5) No queda en claro si el Presidente sugiere que alguno de los "cinco ciudadanos", representantes de los partidos políticos y la Suprema Corte, fue el responsable de que el tema adquiriera notoriedad pública. Sin embargo, ninguno de ellos tenía, por lo menos de los líderes opositores, la información suficiente como para respaldar la información que “Búsqueda” publicó.

(6) El Presidente no informó cómo obtuvo el material audiovisual, no dio detalles de su contenido ni lo entregó a la Justicia, a la que tampoco informó si posee copia de las imágenes para aportar como prueba. Nadie pretendió "hacer la guerra", sino aclarar un episodio que podía involucrar a las Fuerzas Armadas y a la Justicia, y que aparecía, cada vez más, envuelto en misterio y contradicciones.

(7) Fue el Ministro de Defensa, y no la Policía, quien le informó a la Suprema Corte de Justicia la posible amenaza que podía configurar el comunicado atribuido a presuntos militares. Además, Rosadilla solicitó a la Corte que se mantuviera al margen mientras continuaba la investigación de Inteligencia, según ha confirmado el vocero de la Suprema Corte Raúl Oxandabarat, desconociendo su deber como Funcionario Público.

(8) Alude a las palabras del senador Sergio Abreu en la comisión de Defensa del Senado: "Hay falta de seriedad, profesionalismo y transparencia por parte de Mujica y el gobierno", en referencia al “video”. Sin embargo, el Presidente olvida que es la función de la oposición es controlar a su gobierno, como él y sus correligionarios lo hicieron en el momento que señala, y que para ello pueden utilizar todas las herramientas constitucionalmente habilitadas.

(9) El Presidente Mujica parece olvidar que fue él quien declaró a un periodista, en vuelo de Montevideo a San Pablo, que había visto el video con las presuntas amenazas. "Sí, lo vi", dijo. El tema se instaló de lleno en la agenda pública cuando, poco después, dos de sus Ministros dijeron que no habían visto el video. Tampoco el Vicepresidente, ni el Presidente de la SJC, ni el Director de Inteligencia. Fue la contradicción en la cúpula del Poder Ejecutivo la que dio más relevancia al episodio.

            De esta forma, ofuscado por la situación, el Presidente decidió volver a inmiscuirse en el tema. A través de ello, el Presidente, en vez de resolver los enigmas planteados en torno al “video”, decidió pasar al ataque. En la misma, no dudó en atacar salvajemente a la “oposición política” por la actitud de crítica y reclamos que ha tomado, contra él, y su gobierno, en este asunto. Sin embargo, la Información que Mujica dio a los líderes de la Oposición es simplemente una carta que comenta la situación. No hubo detalles sobre el "Video" ni transcripción del contenido. De esta forma, la Oposición no pudo dar esa información a Búsqueda. Esto me fue confirmado directamente a mí por Lacalle, Bordaberry, Mieres y otras fuentes de los partidos.  Además, fue Mujica quien comentó haber visto el "Video" a los Medios. Se equivocó y ahora quiere distraer pegándole a la oposición por hacer su trabajo.

Más allá de ello, la primer víctima del "Video" ha sido la participación del Senador Saravia en el Movimiento de Participación Popular. La razón esgrimida, para "auto-expulsar" al legislador, es haber votado junto a la Oposición una interpelación a los Ministros involucrados en el affaire. No obstante, no hay que olvidar, entre muchas diferencias entre Saravia y el FA en su conjunto, también está presente en la dicisión el no voto a la "Eliminación de la Ley de Caducidad". Igualmente, parece estar aún por verse si Saravia dejará el FA, aunque aumentan las conversaciones con referentes del Partido Nacional. Lo que es más seguro, es que Saravia no piensa dejar la banca en el Senado. Si eso será un problema para el FA todavía está por verse. Sin embargo, aunque cueste imaginarlo, las desprolijidades del gobierno también continuaron con relación a las víctimas del "Video". El Coordinador de Inteligencia, Augusto Gregori, ex MLN, que ante las declaraciones de Mujica, quedaba francamente en un posición incómoda, había decidido renunciar a su cargo. Ante la renuncia, Mujica había decidido aceptarlo. Sin embargo, al día siguiente, se definió que, en primera instancia, permanecerá un tiempo más en el cargo. Una desprolijidad más relacionada a un asunto desprolijo de por sí. 


Parece que el asunto del “video” solamente es otra de las tantas maniobras de distracción que están llevando a cabo en los últimos tiempos. Como decir que fue a ver al Gral. Dalmao para saber sus condiciones de reclusión y salud, lo cual podía hacer de muchas otras maneras, cuando lo que quiso fue mandar una señal a la interna militar. Al hacer crecer el tema más de lo debido, en forma por demás innecesaria, el gobierno pareciera que llevó a cabo una operación de opinión pública. La razón no podemos saberla a ciencia cierta. Sin embargo, no podemos dejar de señalar que es demasiada casualidad que esto suceda al mismo tiempo en que la eliminación de la Ley de Caducidad, que promueve el propio Frente Amplio, parece estar cerca de lograrse. Los asuntos señalados tienen un protagonista en común: las Fuerzas Armadas.

Un último punto, que me parece importante señalar, es que la situación que vivimos es también culpa de los Medios de Comunicación, los que no cumplen con su misión, sin importar si es por desidia, incompetencia o incapacidad. Muchas de las preguntas, respuestas, conclusiones o análisis deberían haber sido realizados por los propios periodistas. Sin embargo, existe cierta pasividad. Parecen esperar que los actores sean quienes se hagan y respondan las preguntas. No han ido aún al fondo del asunto, ni parece que lo vayan a hacer. Seguramente, luego de la interpelación, el asunto pase al olvido. Espero que la ciudadanía lo tenga en cuenta en el futuro. No por un interés electoral, sino porque es la única forma de demostrar que hay una madurez suficiente en la democracia uruguaya para poder enfrentarse ante los hechos que parecen oscuros y extraños, aún cuando es su partido el que gobierna el país.

martes, 22 de marzo de 2011

El Largo Camino de la Resurrección



            Hace un par de semanas anuncié que iba a dedicar futuras notas a analizar la situación de los principales partidos políticos de nuestro país. La idea es dar un pantallazo de cada partido en función a dos dimensiones: a) su posicionamiento en la competencia partidaria; b) su situación interna y su influencia en el apartado anterior. Ante la necesidad de comenzar, y teniendo en cuenta que, el sábado próximo pasado, el Partido Colorado inició una Campaña “Pro-Reforma Constitucional”, me parece interesante iniciar el periplo por las tiendas del partido de Rivera y Batlle y Ordoñez.

            Antes de continuar, quiero indicar que si bien la campaña para juntar firmas, a favor de la “baja de la imputabilidad”, es el disparador, no será tema de este análisis. Por el contrario, a dicho tema le dediqué el artículo “Entre la Criminalización y la Inoperancia”, que si quieren leer está accesible entre las “Notas Anteriores”. Dicho esto, vamos a tratar de contextualizar un poco la situación política paradojal de los colorados. Por lo pronto, desde adentro, se siente que se está en una época de resurrección. En las Elecciones Nacionales de 2009 se aumentó significativamente el respaldo electoral llegando al 17%, cuando cinco años antes apenas superaba el 10%, y en las Elecciones Departamentales de 2010 fue protagonista de la sorpresa de la jornada, contra todos los pronósticos, arrebatando la Intendencia de Salto al gobernante Frente Amplio. Sin embargo, desde afuera, no se deja de señalar que desde hace cerca de una década, el Partido Colorado se encuentra en un cómodo tercer lugar en las preferencias.

Más allá de todo ello, desde dentro o fuera, nadie duda que la ganancia, mucha o poca, del Partido Colorado en los últimos tiempos se encuentra asociada a la figura de Pedro Bordaberry. Una figura que, guste o no, por su culpa o no, está marcada por la polémica. Para unos, los cercanos, un hombre de sentido práctico, sencillo, comunicativo, motivador, inteligente, desprendido políticamente, éticamente intachable y referente máximo de la renovación en el partido. Para sus detractores, que los hay incluso dentro de su partido, una persona de fuerte carácter, un autoritario o, más directamente para algunos, un déspota, un conservador, un personaje marketinero pero políticamente limitado o simplemente un personaje emparentado con la peor historia del país por las acciones de su padre. Ya sea por portación de apellido, por sus cualidades personales o por motivos políticos estrictamente, existen quienes lo siguen y quienes lo defenestran. Y es algo que no debe olvidarse al analizar los acontecimientos.

            Si vamos a los números más actuales, el Partido Colorado en las Elecciones Nacionales de 2009 se situó a doce puntos porcentuales del Partido Nacional, 29% contra 17%, que fue el segundo clasificado al “Ballotage”. A su vez, en las últimas encuestas, realizadas a fines del año pasado, la brecha se habría acortado a ocho puntos, 20% contra 12%. Además, si Bordaberry volviera a ser el candidato colorado en 2014, y sin importar si Lacalle o Larrañaga es el candidato blanco, la distancia podría achicarse, por lo menos, en un punto más, 22% contra 15%. Si bien le es alentador que la distancia pareciera acortarse, recién se ha recuperado la mitad del camino. Y eso también está en la mente de Bordaberry a la hora de proyectarse hacia los futuros tres años.

            Mientras se realizaban los primeros festejos relacionados con el “Bicentenario” de la revolución independentista en el Uruguay, organizados por el gobierno de José Mujica, y el escenario político estaba todavía reacomodándose a la salida a escena del Dr. Vázquez, aceptando una futura candidatura presidencial para las Elecciones de 2014, el Senador Bordaberry logró mover, un tanto al menos, el avispero. Para ello, copiando una estrategia bastante utilizada en la “izquierda” nacional, retomó una idea que ya había anunciado en el correr de 2010, y parece resuelto a llevarla a la práctica por éstos días: Renunciar a la Secretaría General del Partido Colorado.

            De esta forma, el líder de “Vamos Uruguay”, parece encaminarse a renunciar al máximo cargo de conducción del coloradismo, de ahora en más  hacer rotativo el cargo, recambiando el titular una vez por año, por lo menos hasta las próximas elecciones, pero él manteniéndose como integrante del Comité Ejecutivo Nacional. Dicho así, la idea parece simple, concreta y alejada foco de interés de la mayoría de la población. El gran público parece no estar interesado en modificaciones internas que en nada cambian sus vidas cotidianas. Sin embargo, más allá de lo publicitado, la acción es seguida con atención por la mayoría de los dirigentes políticos, de su partido y de los otros, todos ellos intentando descifrar los porqués que estarían detrás de la decisión de Bordaberry.

            Por un lado, dejar las actividades burocráticas de la dirección del Comité Ejecutivo Nacional, permitiría a Bordaberry dedicar más tiempo a las actividades legislativas y a las de su sector político, “Vamos Uruguay”, sin dejar un flanco abierto para la crítica interna desde “PROBA”, basados en una supuesta “irresponsabilidad” hacia la orgánica. A la misma vez, desde un punto de vista más electoral, permitiría conseguir más figuras que ayuden a sumar votos a la causa. Si el propio Bordaberry tiene dificultades para lograr llegar a la prensa en general, todos los demás integrantes del partido, salvo el caso algún “vocero” designado por él o de los Intendentes de Salto y Rivera en sus regiones, tienen muy “complejo” el acceso a los medio. De esta forma, se estaría frente a la única posibilidad de catapultar a una serie de dirigentes, por lo menos de su propio sector, a un mayor destaque a nivel nacional, que podrían colaborar en “juntar más agua para su molino”, ya sea en lo departamental o lo nacional.

            De la misma manera, la decisión de compartir el centro de atención permitiría la proyección de dos grandes corrientes dentro de “Vamos Uruguay”. En principio, podría apostarse por una "pata batllista", la que ayudaría a superar el constante señalamiento sobre el “difuso origen político” del sector, que para sus principales críticos estaría más asociado con los sectores más conservadores del partido y para nada con el “Batllismo”, y, por el otro lado, y hasta en contraposición, por una “pata bordaberrista”. La primera podría estar liderada por el Senador Pasquet, incuestionable batllista asociado directamente a la otrora poderosa “Lista 85” del Dr. Tarigo. A su vez, la “pata bordaberrista”, organizada en torno a los dirigentes más jóvenes del sector y más asociados a la idea de la “renovación colorada”, estaría encabezada por el Intendente de Salto, Germán Coutinho. Por encima de ambos quedaría la figura de Pedro Bordaberry, en su rol de "presidenciable" más allá de líder de “Vamos Uruguay”.

De esta forma, la dirigencia del “PROBA” estaría enfrentando una situación todavía más complicada que la vivida en 2009. Ni la “Lista 15”, con el Senador Amorin a la cabeza, a pesar del deseo del ex–Presidente Batlle, que no logró un solo diputado en las pasadas elecciones, ni el “Foro Batllista”, que hoy podría pensarse encabezado por el Senador Viera, aunque aún resuena la opinión del ex–Presidente Sanguinetti, son capaces de encontrar temas, desde la crítica o la propuesta, que les permitan sacar la “cabeza” por sobre Bordaberry. Ni en educación, seguridad o política exterior, temas que centran la atención de la población en los últimos tiempos, han sido capaces de adelantarse a “Vamos Uruguay” y, por el contrario, se ven arrastrados tras las propuestas de ese sector. Ejemplo claro es el caso de la recolección de firmas para una reforma constitucional que habilite la “baja de la edad de imputabilidad”. Hasta sus propios dirigentes y simpatizantes han obligado al “PROBA” a sumarse a la iniciativa, la cual no cuenta con el agrado de ninguno de los líderes del sector.

Sin embargo, y más allá de lo que podría pensarse, la situación de sus correligionarios es un problema para Bordaberry en su afán de llegar a la Presidencia. La falta de otro sector que sume adhesiones a la causa, o por lo menos que no pierda las de aquellos que son colorados pero no ven en Bordaberry a su referente político, termina por impedirle un crecimiento más allá de su figura. Sumado a ello, las dificultades para el líder de “Vamos Uruguay” no terminan en la interna. Las mismas encuestas que por un lado lo alientan en sus aspiraciones, por el otro lo siguen mostrando como el político que ostenta el mayor porcentaje de “voto negativo”, aquellos que afirman “nunca votaría a…”, entre todos los posibles presidenciables en 2014. Sin embargo, esa posible limitante, que puede ser vista como un techo tanto para el crecimiento del Partido Colorado como a sus propias posibilidades presidenciales, no parece estar haciéndole mella. Por ende, ni sus virtudes ni sus defectos permiten entrever muchos cambios a futuro en la interna colorada.

Otro dato reconfortante para Bordaberry ha sido el acierto en su posición política frente al segundo gobierno del Frente Amplio. Si bien puede decirse que los partidos fundacionales no han logrado presentarse como una “oposición real” al oficialismo para importantes sectores de la ciudadanía, la posición de Bordaberry ha sido la del más fuerte opositor de Mujica. Bordaberry ha sido quien, en la crítica o la propuesta, se ha logrado posicionar como incuestionable referente de esa posible “alternativa”.  Desde el propio Partido Nacional, el Diputado Bonilla, de “Unidad Nacional”, ha señalado que "…Bordaberry con escaso contenido pero un contundente mensaje opositor es más atractivo que nosotros…”. La falta de notoriedad del Senador Lacalle, por lo menos en los últimos tiempos, y la “oposición constructiva” enarbolada por el Senador Larrañaga, aumentan más las posibilidades que Bordaberry sume adeptos entre los votantes desconformes del nacionalismo. A ello se aferra el líder de “Vamos Uruguay”, y también sus seguidores, en su ilusión de poder protagonizar una eventual segunda vuelta en 2014, y no tener que volver a presenciar la carrera presidencial desde la tribuna.

Más allá de todo lo señalado, hay algunas conclusiones que ya se pueden ir sacando que me gustaría compartir con todos Uds. en breves líneas. En primer lugar, es muy difícil que, en las próximas elecciones internas, Bordaberry no se haga con la candidatura colorada. En segundo lugar, es muy factible que “PROBA” vuelva a presentarse con Amorin a la cabeza e intente marcar sus votos, aún a sabiendas que la interna estaría definida de antemano. Paralelamente, es más que factible que para ese entonces la única puja que se pueda dilucidar en la interna colorada es, a su vez, la interna de “Vamos Uruguay”. La misma, que ya ha sido alentada por el líder del sector, tendría como contrincantes a la “pata bordaberrista”, con Coitinho como líder, y a la “pata batllista”, con Pasquet al frente, tratando de definir quién acompañaría a Bordaberry en la futura fórmula colorada para octubre de 2014. Sin embargo, por último, las posibilidades de Bordaberry de llegar al “Ballotage” están muy relacionadas a la posibilidad que “PROBA” repunte y sea un verdadero receptor de voluntades, que no estén totalmente afines al sector “Vamos Uruguay”, apuestes por los colorados.

            Si bien existen posibilidades reales que todo lo antes señalado no se dé en las futuras elecciones, en el acierto y en el error, me parece más útil arriesgar una opinión hoy que hablar con el “diario del lunes” sobre las mismas. Al fin y al cabo, por suerte, será la ciudadanía la que defina la suerte de los políticos y de estos augurios en 2014.



miércoles, 9 de marzo de 2011

De Partidos y de Coaliciones


            La campaña electoral hacia 2014 dio inicio en la República Oriental del Uruguay. Guste o no, las declaraciones realizadas la semana pasada por el ex-Presidente Vázquez, aceptando que va a ser candidato presidencial, fue el puntapié inicial del juego por la presidencia para el período 2015-2020. La definición en cuanto a ese tema era pedida desde el entorno del Presidente Mujica, la propia Senadora Topolansky lo había solicitado, durante los primeros meses de mandato. Mientras algunos hablaban de suicidio del mandatario actual, la realidad es que se buscaba una señal que apaciguara la movilizada situación interna frentista de una vez. La razón primordial: la lucha interna estaba cerca de llevarse puesto al propio Presidente de la República.

Más allá de la importancia del anuncio de Vázquez, por más que podría decirse mucho al respecto, la situación de la coalición gobernante ya fue motivo de un análisis anterior. Por eso hoy me quiero concentrar un poco más en las situaciones de los partidos tradicionales. Durante el año que ha pasado, el primero del mandato de Mujica, se han realizado algunos intentos de autocritica y de evaluación, en el ámbito de las respectivas convenciones y demás órganos internos de cada colectividad, del desempeño de ambos partidos que no han arrojado resultados importantes. Sin embargo, desde fuera de ellos, personalidades de cierto peso en ellos, han llevado adelante un marcado intento por poner sobre la mesa un tema urticante: una coalición electoral entre los dos partidos políticos fundacionales como forma de derrotar al Frente Amplio.

Desde que se supieron los resultados de las Elecciones Departamentales y Municipales de 2010, por decir lo menos, ciertos sectores de los partidos tradicionales, de periodistas, de académicos y de la propia opinión pública, han estado hablando continuamente sobre la necesidad de una especie de coalición electoral entre el Partido Colorado y el Partido Nacional de cara a las Elecciones Nacionales de 2014. Ante cada dato, hecho o declaración política, que se haya realizado en el país, se escuchan las voces de aquellos que entienden que no existe otra forma de lograr alejar al Frente Amplio del gobierno nacional. Sin dudas, es lógico y entendible que, quienes no están de acuerdo con los lineamientos del actual gobierno, quieran desplazarlo en las próximas elecciones. Sin embargo, no es tan lineal el argumento que utilizan.

            Se han señalado, electoralmente hablando, dos razones principalmente para hablar de una unión de ambos lemas fundacionales de cara a 2014; por un lado, la necesidad de superar al Frente Amplio en la elección presidencial; por el otro lado, la posibilidad que, mediante dicha coalición, sea más probable cerrar la puerta a una nueva mayoría legislativa a la izquierda en el caso de un tercer mandato de la “izquierda”. Sin embargo, ninguna de esas razones para ser lo suficientemente contundente, por lo pronto para quien escribe, para dar crédito al sinnúmero de comentarios y artículos que se escriben hablando de una necesaria coalición de blancos y colorados. No obstante, para ser serios y respetuosos de tanto esfuerzo argumentativo de tan importantes conciudadanos, me parece oportuno analizar cada uno de los argumentos y demostrar el por qué de su incapacidad para convencernos en su intento.
           
            El primer argumento esgrimido, la necesidad de superar al Frente Amplio en las Elecciones Legislativas de 2014, es francamente incorrecto. El sistema electoral actual, impuesto por la reforma constitucional de 1996 y que prevé el “ballotage” para definir la Presidencia, hace innecesario superar al Frente Amplio en una primera vuelta. Recién en segunda instancia, entre las dos formulas más votadas, hace necesario superar al contrincante para adjudicarse la victoria. Esa es la gran diferencia entre las Elecciones Presidenciales y las Elecciones Departamentales en nuestro país. Mientras que para elegir Intendente si es necesario ser el candidato más votado, dentro del lema más votado, en esa única vuelta electoral para vencer; en el caso de la Presidencia eso queda para definir, en el caso que ningún candidato alcance el 50% + 1 de los votos emitidos, en la mentada segunda vuelta. Por ello, la necesidad de “alianzas” entre ambos partidos tradicionales, sugeridas en muchos departamentos por la necesidad de sobrepasar el caudal electoral del Frente Amplio, dada la inexistencia de una contienda electoral entre los dos candidatos más votados, es inconducente en la lucha presidencial.

            La reforma constitucional de 1996, aprobada a duras penas con el apoyo de blancos y colorados, si bien permitió demorar la victoria frentista hasta 2004, tuvo y tiene un sinnúmero de consecuencias negativas para ambas colectividades que ya he analizado en otra ocasión. Sin embargo, como forma de explicar mi postura, voy a recordar la más importante relacionada con este asunto: la imposibilidad de cambiar de lema durante todo el ciclo electoral. Con ello, pienso que intencionalmente, se obliga a cualquier persona que forme parte de una lista a cualquier cargo electivo por un lema, desde las “Elecciones Internas” a las Elecciones Departamentales, poder ser postulado por otro lema en el resto de ese ciclo electoral. De forma tal que, en el caso de un acuerdo entre ambos lemas fundacionales, sería necesario dejar fuera de las listas de ambos partidos, durante todas las comparecencias de 2014, a aquellas personas que se piense ingresar a las listas que se presentarán a las Elecciones Departamentales de 2015.

Más allá de todo esto, seguramente habrá alguien que me responda que ello ya sucedió anteriormente. En realidad, si se analizan todas las Elecciones Departamentales desde 1999 a la fecha, dicha alianza solamente se dio, como tal, en el departamento de San José para 2004 y 2009, logrando en ambas oportunidades la victoria frente a la “izquierda”. No obstante, sería oportuno que se asumiera, por parte de quienes apoyan la opción de la “coalición”, que en esos casos se fue a las departamentales con dirigentes y personalidades de segundo orden, sobretodo en el partido o fracción con menos apoyo electoral antes del acuerdo, ya que los líderes o referentes fueron candidatos anteriormente para asegurar la mejor votación posible en la Elección Legislativa y la Primera Vuelta Presidencial del año anterior. En el resto de los casos, en victoria o derrota, fueron los electores los que, haciendo valer su voto, decidieron apostar por el lema tradicional con más chances de vencer al Frente Amplio. Por todo ello, por más que se entienda útil a nivel departamental, es complicado e inconducente apostar por esta vía en el caso de las elecciones presidenciales.

Ahora es el turno de analizar el caso de impedir una mayoría parlamentaria de la “izquierda” en caso de una tercera victoria frentista en 2014. La realidad de los números marca que la mayoría legislativa que ostenta el gobierno de Mujica durante su administración, es resultado de la ingeniería electoral. Si bien la “izquierda” no logró la mayoría absoluta de los votos en la Elección Legislativa de 2009, la dispersión de los votos opositores, entre varios lemas incluidos los lemas tradicionales, permitieron por “restos” el Diputado número 50 para el Frente Amplio. Es más, en caso que blancos y colorados hubieran conformado un solo lema de cara a esas elecciones, la “izquierda” no hubiera conseguido la mayoría en la Cámara de Diputados. Sin embargo, la unión de ambos lemas tradicionales no asegura que en toda circunstancia se asegure lograr tener a favor los restos de forma de imposibilitar la mayoría legislativa de la “izquierda”.

De esta forma, luego de analizados los principales argumentos, reitero la posición por la cual las coaliciones entre ambos lemas fundacionales son necesarias en determinados momentos y no lo son en otros. A su vez, reafirmar que ambos lemas son reflejo de una serie de posturas políticas y filosóficas diferentes y que deben respetarse las mismas. Por poner ejemplos claros, mientras los colorados son más republicanos, los blancos son más liberales: mientras los colorados miraban a Europa, los blancos eran más americanistas; mientras los colorados eran más laicos, los blancos eran más apegados a la iglesia. Esos rasgos hoy también tienen significados y consecuencias políticas por más que muchos no las noten o tengan presente.

Siguiendo con el mismo razonamiento, es importante dedicar unas líneas al tema estratégico. Los blancos y los colorados compiten en distintos niveles. Por un lado, quizás en cantidad es la población más importante, compiten por un mismo electorado que navega entre uno y otro dependiendo de candidatos y propuestas. Por otro lado, uno contra otro también, compiten con el Frente Amplio y el Partido Independiente, por diferentes pequeños conjuntos de votantes que no tienen una clara identificación partidaria o han sabido pasar de uno a otro en el pasado. Por tanto, es necesaria una doble estrategia a futuro: Conflicto (o Diferencia) y Cooperación (o Coordinación). Lo más sorprendente, para la mayoría de la ciudadanía, es que no tienen ni una ni otra en operación hoy día. Y eso es lo que más daña las posibilidades electorales de ambos partidos en el futuro.

Por último, por lo menos por esta oportunidad, este detalle de falta de estrategias en ambos partidos tradicionales ha desembocado en un sentimiento novedoso entre la población: la sensación que no hay oposición. Por un lado, el Frente Amplio realiza un doble juego, similar al propuesto para los otros grandes partidos, de ser oficialismo y oposición a la vez, que les quita espacio a los otros jugadores. Sin embargo, parte de la culpa es de los viejos partidos que no logran pararse en el terreno. La falta de rapidez, o acidez, en la crítica, en temas que para la ciudadanía son importantes, termina resultando en un alejamiento de la población de blancos y colorados. Errores propios y virtudes ajenas, repercuten en bajar el potencial electoral de ambos partidos en el mejor momento para crecer mientras el Gobierno sufre el desgaste de la responsabilidad.