martes, 22 de marzo de 2011

El Largo Camino de la Resurrección



            Hace un par de semanas anuncié que iba a dedicar futuras notas a analizar la situación de los principales partidos políticos de nuestro país. La idea es dar un pantallazo de cada partido en función a dos dimensiones: a) su posicionamiento en la competencia partidaria; b) su situación interna y su influencia en el apartado anterior. Ante la necesidad de comenzar, y teniendo en cuenta que, el sábado próximo pasado, el Partido Colorado inició una Campaña “Pro-Reforma Constitucional”, me parece interesante iniciar el periplo por las tiendas del partido de Rivera y Batlle y Ordoñez.

            Antes de continuar, quiero indicar que si bien la campaña para juntar firmas, a favor de la “baja de la imputabilidad”, es el disparador, no será tema de este análisis. Por el contrario, a dicho tema le dediqué el artículo “Entre la Criminalización y la Inoperancia”, que si quieren leer está accesible entre las “Notas Anteriores”. Dicho esto, vamos a tratar de contextualizar un poco la situación política paradojal de los colorados. Por lo pronto, desde adentro, se siente que se está en una época de resurrección. En las Elecciones Nacionales de 2009 se aumentó significativamente el respaldo electoral llegando al 17%, cuando cinco años antes apenas superaba el 10%, y en las Elecciones Departamentales de 2010 fue protagonista de la sorpresa de la jornada, contra todos los pronósticos, arrebatando la Intendencia de Salto al gobernante Frente Amplio. Sin embargo, desde afuera, no se deja de señalar que desde hace cerca de una década, el Partido Colorado se encuentra en un cómodo tercer lugar en las preferencias.

Más allá de todo ello, desde dentro o fuera, nadie duda que la ganancia, mucha o poca, del Partido Colorado en los últimos tiempos se encuentra asociada a la figura de Pedro Bordaberry. Una figura que, guste o no, por su culpa o no, está marcada por la polémica. Para unos, los cercanos, un hombre de sentido práctico, sencillo, comunicativo, motivador, inteligente, desprendido políticamente, éticamente intachable y referente máximo de la renovación en el partido. Para sus detractores, que los hay incluso dentro de su partido, una persona de fuerte carácter, un autoritario o, más directamente para algunos, un déspota, un conservador, un personaje marketinero pero políticamente limitado o simplemente un personaje emparentado con la peor historia del país por las acciones de su padre. Ya sea por portación de apellido, por sus cualidades personales o por motivos políticos estrictamente, existen quienes lo siguen y quienes lo defenestran. Y es algo que no debe olvidarse al analizar los acontecimientos.

            Si vamos a los números más actuales, el Partido Colorado en las Elecciones Nacionales de 2009 se situó a doce puntos porcentuales del Partido Nacional, 29% contra 17%, que fue el segundo clasificado al “Ballotage”. A su vez, en las últimas encuestas, realizadas a fines del año pasado, la brecha se habría acortado a ocho puntos, 20% contra 12%. Además, si Bordaberry volviera a ser el candidato colorado en 2014, y sin importar si Lacalle o Larrañaga es el candidato blanco, la distancia podría achicarse, por lo menos, en un punto más, 22% contra 15%. Si bien le es alentador que la distancia pareciera acortarse, recién se ha recuperado la mitad del camino. Y eso también está en la mente de Bordaberry a la hora de proyectarse hacia los futuros tres años.

            Mientras se realizaban los primeros festejos relacionados con el “Bicentenario” de la revolución independentista en el Uruguay, organizados por el gobierno de José Mujica, y el escenario político estaba todavía reacomodándose a la salida a escena del Dr. Vázquez, aceptando una futura candidatura presidencial para las Elecciones de 2014, el Senador Bordaberry logró mover, un tanto al menos, el avispero. Para ello, copiando una estrategia bastante utilizada en la “izquierda” nacional, retomó una idea que ya había anunciado en el correr de 2010, y parece resuelto a llevarla a la práctica por éstos días: Renunciar a la Secretaría General del Partido Colorado.

            De esta forma, el líder de “Vamos Uruguay”, parece encaminarse a renunciar al máximo cargo de conducción del coloradismo, de ahora en más  hacer rotativo el cargo, recambiando el titular una vez por año, por lo menos hasta las próximas elecciones, pero él manteniéndose como integrante del Comité Ejecutivo Nacional. Dicho así, la idea parece simple, concreta y alejada foco de interés de la mayoría de la población. El gran público parece no estar interesado en modificaciones internas que en nada cambian sus vidas cotidianas. Sin embargo, más allá de lo publicitado, la acción es seguida con atención por la mayoría de los dirigentes políticos, de su partido y de los otros, todos ellos intentando descifrar los porqués que estarían detrás de la decisión de Bordaberry.

            Por un lado, dejar las actividades burocráticas de la dirección del Comité Ejecutivo Nacional, permitiría a Bordaberry dedicar más tiempo a las actividades legislativas y a las de su sector político, “Vamos Uruguay”, sin dejar un flanco abierto para la crítica interna desde “PROBA”, basados en una supuesta “irresponsabilidad” hacia la orgánica. A la misma vez, desde un punto de vista más electoral, permitiría conseguir más figuras que ayuden a sumar votos a la causa. Si el propio Bordaberry tiene dificultades para lograr llegar a la prensa en general, todos los demás integrantes del partido, salvo el caso algún “vocero” designado por él o de los Intendentes de Salto y Rivera en sus regiones, tienen muy “complejo” el acceso a los medio. De esta forma, se estaría frente a la única posibilidad de catapultar a una serie de dirigentes, por lo menos de su propio sector, a un mayor destaque a nivel nacional, que podrían colaborar en “juntar más agua para su molino”, ya sea en lo departamental o lo nacional.

            De la misma manera, la decisión de compartir el centro de atención permitiría la proyección de dos grandes corrientes dentro de “Vamos Uruguay”. En principio, podría apostarse por una "pata batllista", la que ayudaría a superar el constante señalamiento sobre el “difuso origen político” del sector, que para sus principales críticos estaría más asociado con los sectores más conservadores del partido y para nada con el “Batllismo”, y, por el otro lado, y hasta en contraposición, por una “pata bordaberrista”. La primera podría estar liderada por el Senador Pasquet, incuestionable batllista asociado directamente a la otrora poderosa “Lista 85” del Dr. Tarigo. A su vez, la “pata bordaberrista”, organizada en torno a los dirigentes más jóvenes del sector y más asociados a la idea de la “renovación colorada”, estaría encabezada por el Intendente de Salto, Germán Coutinho. Por encima de ambos quedaría la figura de Pedro Bordaberry, en su rol de "presidenciable" más allá de líder de “Vamos Uruguay”.

De esta forma, la dirigencia del “PROBA” estaría enfrentando una situación todavía más complicada que la vivida en 2009. Ni la “Lista 15”, con el Senador Amorin a la cabeza, a pesar del deseo del ex–Presidente Batlle, que no logró un solo diputado en las pasadas elecciones, ni el “Foro Batllista”, que hoy podría pensarse encabezado por el Senador Viera, aunque aún resuena la opinión del ex–Presidente Sanguinetti, son capaces de encontrar temas, desde la crítica o la propuesta, que les permitan sacar la “cabeza” por sobre Bordaberry. Ni en educación, seguridad o política exterior, temas que centran la atención de la población en los últimos tiempos, han sido capaces de adelantarse a “Vamos Uruguay” y, por el contrario, se ven arrastrados tras las propuestas de ese sector. Ejemplo claro es el caso de la recolección de firmas para una reforma constitucional que habilite la “baja de la edad de imputabilidad”. Hasta sus propios dirigentes y simpatizantes han obligado al “PROBA” a sumarse a la iniciativa, la cual no cuenta con el agrado de ninguno de los líderes del sector.

Sin embargo, y más allá de lo que podría pensarse, la situación de sus correligionarios es un problema para Bordaberry en su afán de llegar a la Presidencia. La falta de otro sector que sume adhesiones a la causa, o por lo menos que no pierda las de aquellos que son colorados pero no ven en Bordaberry a su referente político, termina por impedirle un crecimiento más allá de su figura. Sumado a ello, las dificultades para el líder de “Vamos Uruguay” no terminan en la interna. Las mismas encuestas que por un lado lo alientan en sus aspiraciones, por el otro lo siguen mostrando como el político que ostenta el mayor porcentaje de “voto negativo”, aquellos que afirman “nunca votaría a…”, entre todos los posibles presidenciables en 2014. Sin embargo, esa posible limitante, que puede ser vista como un techo tanto para el crecimiento del Partido Colorado como a sus propias posibilidades presidenciales, no parece estar haciéndole mella. Por ende, ni sus virtudes ni sus defectos permiten entrever muchos cambios a futuro en la interna colorada.

Otro dato reconfortante para Bordaberry ha sido el acierto en su posición política frente al segundo gobierno del Frente Amplio. Si bien puede decirse que los partidos fundacionales no han logrado presentarse como una “oposición real” al oficialismo para importantes sectores de la ciudadanía, la posición de Bordaberry ha sido la del más fuerte opositor de Mujica. Bordaberry ha sido quien, en la crítica o la propuesta, se ha logrado posicionar como incuestionable referente de esa posible “alternativa”.  Desde el propio Partido Nacional, el Diputado Bonilla, de “Unidad Nacional”, ha señalado que "…Bordaberry con escaso contenido pero un contundente mensaje opositor es más atractivo que nosotros…”. La falta de notoriedad del Senador Lacalle, por lo menos en los últimos tiempos, y la “oposición constructiva” enarbolada por el Senador Larrañaga, aumentan más las posibilidades que Bordaberry sume adeptos entre los votantes desconformes del nacionalismo. A ello se aferra el líder de “Vamos Uruguay”, y también sus seguidores, en su ilusión de poder protagonizar una eventual segunda vuelta en 2014, y no tener que volver a presenciar la carrera presidencial desde la tribuna.

Más allá de todo lo señalado, hay algunas conclusiones que ya se pueden ir sacando que me gustaría compartir con todos Uds. en breves líneas. En primer lugar, es muy difícil que, en las próximas elecciones internas, Bordaberry no se haga con la candidatura colorada. En segundo lugar, es muy factible que “PROBA” vuelva a presentarse con Amorin a la cabeza e intente marcar sus votos, aún a sabiendas que la interna estaría definida de antemano. Paralelamente, es más que factible que para ese entonces la única puja que se pueda dilucidar en la interna colorada es, a su vez, la interna de “Vamos Uruguay”. La misma, que ya ha sido alentada por el líder del sector, tendría como contrincantes a la “pata bordaberrista”, con Coitinho como líder, y a la “pata batllista”, con Pasquet al frente, tratando de definir quién acompañaría a Bordaberry en la futura fórmula colorada para octubre de 2014. Sin embargo, por último, las posibilidades de Bordaberry de llegar al “Ballotage” están muy relacionadas a la posibilidad que “PROBA” repunte y sea un verdadero receptor de voluntades, que no estén totalmente afines al sector “Vamos Uruguay”, apuestes por los colorados.

            Si bien existen posibilidades reales que todo lo antes señalado no se dé en las futuras elecciones, en el acierto y en el error, me parece más útil arriesgar una opinión hoy que hablar con el “diario del lunes” sobre las mismas. Al fin y al cabo, por suerte, será la ciudadanía la que defina la suerte de los políticos y de estos augurios en 2014.



7 comentarios:

Christian dijo...

Gracias Sebastián, muy bueno como siempre!!! Saludos!!!

José Javier Galarza dijo...

Gracias por la invitación a conocer su blog. Creo que en un plazo medianamente largo, los pronósticos electorales se deben hacer de acuerdo a las fuerzas sociales o ideológicas en disputa y no como incrementos de votaciones anteriores. De todas maneras, los más enjundiosos se equivocan y los que aciertan muchas veces lo hacen por carambola.

Gloria dijo...

Muy bueno tu trabajo. Coincido con varias cosas. Me parece más honesto opinar hoy, que hacerlo con el diario del lunes. Creo, como miembro del Partido Colorado, que hoy tenemos dos muy buenos instrumentos: Pedro y el propio Partido. Dependerá de la inteligencia y la voluntad que pongamos en hacer las cosas del mejor modo, para llegar a donde todos queremos. Tal vez, mirando más todos juntos hacia ese futuro, que mirándonos entre nosotros con mala cara.

Eldo Lappe dijo...

Mi comentario lo pueden leer en http://eldo-lappe.blogspot.com/2011/03/de-gobierno-oposicion-y-de-ella.html

Anónimo dijo...

PREGUNTA: CUANDO HABLA DE LA ''PATA BORDABERRISTA'',¿SE REFIERE AL BORDABERRISMO DE JUAN MARÍA O JUAN PEDRO?

Anónimo dijo...

El Partido Colorado solo podrá pensar en volver a ser gobierno si es que realmente asimiló la razón de su derrota.
Si no se tiene la apertura mental por todos sus caudillos, que vale mucho más "el todo" que el pequeño éxito (o rebeldía) de su pequeña chacrita, destructora en definitiva de los grandes ideales y principios largamente sustentados y reclamados por la ciudadanía,más pura y partidaria que la de los que se dicen representarla, que se despidan de alcanzar la gloria de otrora.
Si no se interpreta al pueblo, dejaremos de ser Colorados y más aún Batllistas.

Anónimo dijo...

¡Pero qué penetrante y astuto el comentario! ¡Cómo se vé que el autor completó, con éxito, el jardín de infantes! Muy buen apunte: penetrante, estudiado y certero ...

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