martes, 11 de octubre de 2011

El Acuerdo Necesario sobre Educación



Si uno analiza los cientos de problemas que aquejan al Uruguay del Siglo XXI, desde la mentada “Reforma del Estado” hasta “la Inseguridad”, se daría cuenta que hay un problema que es el “telón de fondo” de todos los demás: la Educación. Por ello, hace tiempo que desde todos los ambientes y sectores se reclaman cambios en ella. Sin embargo, pasa el tiempo, y hasta los “Acuerdos Multipartidarios” de hace 16 meses atrás, y la situación en vez de mejorar empeora. A horas de una nueva instancia de reflexión y propuesta que se encararía en el Parlamento Nacional, nos proponemos analizar la situación de la Educación en Uruguay.


 

                En el sistema político uruguayo renació el debate sobre qué hacer con la Educación. No es que antes no existiera. Simplemente, este tema no era el principal asunto que tenían entre manos nuestros políticos. Sin embargo, una seguidilla de informaciones, a cual más preocupante, sobre la situación de nuestra sociedad y su sistema educativo, terminaron por lograr que el centro de atención volviera al problema.



                Uno podría pensar que el segundo plano que ostentaba la Educación era resultado del trabajo en silencio que realizaban las autoridades de la enseñanza, en base al llamado “Acuerdo Multipartidario” que se había firmado el 7 de junio de 2010. No era así.  Simplemente, casi nada de lo escrito estaba siendo realizado. Y no era resultado únicamente de la cooptación por parte de las corporaciones, a través de la “Ley de Educación” votada durante la Administración de Tabaré Vázquez, de los órganos de dirección de la enseñanza. Parte de la responsabilidad estaba en el propio acuerdo. Si uno se toma el trabajo de revisarlo, se termina dando cuenta que el mismo es una enumeración de buenas intenciones y vaguedades por lo  que era imposible que terminara dando resultados concretos.



                Entonces, era lógico, que en algún momento nuestros políticos volvieran su mirada nuevamente hacía el sistema educativo. Es así que desde hace un tiempo atrás, todos los líderes políticos de importancia presentaran un sinnúmero de propuestas sobre el tema. Sin embargo, no olvidando que otros movimientos políticos lo deben haber condicionado, el Senador Jorge Larrañaga lanzó un ultimátum que movilizó a todo el sistema político. Larrañaga declaró: “…El próximo 11 de octubre está previsto que concurran, a solicitud nuestra, en régimen de Comisión General al ministro de Educación y Cultura y al Consejo Directivo Central de la ANEPPretendemos provocar una vez más la instancia para que el gobierno tome nuestra idea de convocar a un gran acuerdo nacional sobre educación. También será la última vez que lo intentaremos. De no encontrar el eco que la problemática educativa merece, otras serán desde entonces las formas de relacionamiento que tendremos que tener…”.



Así el guante fue lanzado. Y los demás líderes opositores acompañaron la iniciativa. Hasta el Presidente Mujica amagó a recoger el guante, aunque aún no es claro que termine siendo así. Parece que está todo listo para “refundar la Educación”. Sin embargo, si analizamos las propuestas que todos los partidos políticos han presentado, y que se entiende serán los insumos para este nuevo acuerdo, nos daríamos cuenta que existe un pequeño problema que hace imposible que la situación tenga un cambio drástico en el futuro. Una sencilla pregunta, que debería ser anterior a todas las propuestas, y que es el origen de muchas de las diferencias entre los actores relevantes en la Educación, sigue sin estar en el centro del debate. En pocas palabras, sigue sin estar presente la pregunta: ¿Para qué educamos?



¿Para qué educamos?



Parece una pregunta fácil, pero en no lo es. En realidad, si nos pusiéramos a hacer una Encuesta, nos daríamos cuenta que existiría una respuesta por cada habitante de este país. Entonces deberíamos refinar la pregunta. El resultado sería: ¿Para qué los ciudadanos de este país debemos destinar parte de nuestros ingresos para asegurar un nivel de educación para todos los integrantes de la república?



                Una respuesta posible, y que se ha dado en el pasado, sería: el ciudadano lo hace en virtud de  asegurarse que todos aquellos que integran junto con él la organización política, que llamamos república, cuenten con un “paquete básico” de conocimientos, llamado educación, que asegure la continuidad de la propia organización. A su vez, dicha continuidad descansa sobre tres pilares, por lo menos en las repúblicas, desde la Revolución Francesa: la Libertad de Elección, la Igualdad de Oportunidades y la Fraternidad o Justicia entre pares.



                A primera vista, la respuesta parece un tanto simplista y demasiado filosófica. Sin embargo, si la desarrollamos, retoma todo su valor y contenido práctico. El citado paquete básico no es otro que la suma de “normas de convivencia”, “valores compartidos” y “legado  del conocimiento heredado”. Al mismo tiempo, para que todo ello tenga un fin y permita, más allá de la continuidad, el desarrollo de la organización, es necesario sumarle el desarrollo de capacidades como el “espíritu crítico”, el “razonamiento” y la “imaginación”.



                Esa es la obligación de la Educación, ya sea pública y privada, por lo pronto en su parte común y obligatoria. Ya sea como hoy entre los 6 años de Educación Primaria y los 3 años de Ciclo Básico de la Educación Secundaria. Ese es el “paquete básico” que deben poseer todos los que formamos parte de la República. La Educación no genera “igualdad económica” sino “igualdad de oportunidades”. La Educación, cosa que no quiere aceptar parte de la sociedad, es un instrumento que librado a su suerte solamente puede: diferenciar y seleccionar. Y lo debe hacer, debe premiar “talentos y virtudes” pero, a la vez, debe generar el piso mínimo desde el cual dichas diferencias se hacen justas.





La realidad en nuestro país



                Analicemos las discusiones recientes en torno a la Educación en nuestro país. Comencemos por la llamada “inclusión”. ¿Por qué se hizo famosa la Directora del Liceo Bauzá, la Prof. Graciela Bianchi? Simplemente por llevar a la acción un lema que la mayoría de los ciudadanos compartimos: “…La inclusión no se hace facilitando que no vayan al liceo o promoviendo con notas cada vez más bajas…se hace exigiendo”. La idea de Secundaria, que nació en Primaria vamos a ser claros es: no importa como terminen, lo importante es que lo hagan. Y es ahí donde obviamente deja de importar si cuentan o no con el “paquete básico” por el que los ciudadanos pagamos nuestros impuestos mes a mes.



El tema de la “puntuación” es todo un tema en la Educación uruguaya. Hay quienes quieren eliminarlas o vaciarlas de contenido. Sin embargo, en la realidad, las notas son una forma de explicitar si el alumno sabe o no sabe determinado tema. Y para lograr esa explicitación se elige un valor límite. ¿Límite entre qué y qué? Entre saber y no saber. Entonces la pregunta es: ¿ese 6 o Bueno significa que el alumno sabe? Si significa que el alumno sabe, se utiliza; si significa que no sabe, se utilizarán puntajes menores. Y sobre qué nos interesa que la Educación evalúe; sobre el legado cultural que nos han dejado las generaciones anteriores.



No deben ser todos los alumnos 12 o “sobresalientes”, sino que, por el contrario, todos los alumnos deben saber lo elemental de ese legado que les permite entender el presente. Y la Prof. Bianchi, al igual que otro sinnúmero de pruebas de conocimiento, nos explican la situación del alumnado en la Educación uruguaya: “hay una carencia fundamentalmente del manejo del lenguaje, del manejo del idioma en general, de la comprensión lectora, y dificultades del razonamiento, yo diría de razonamiento cotidiano. Hay una disociación entre la edad que tienen los muchachos que recibimos y los problemas muy concretos que tienen que resolver, ya no académicos, incluso de relacionamiento, de posicionamiento frente al docente, incluso en cuanto a las normas básicas de urbanidad.



De esta forma, lo que sucede con el puntaje se replica con otras herramientas como el Uniforme o los reglamentos sobre la actitud frente a la “autoridad”, en este caso el personal docente y no docente de la institución. Se quisieron dejar de lado por razones ideológicas y lo que se logró es la pérdida de las normas, valores y capacidades mínimas de relacionamiento.



Ni hablemos de los otros componentes del “paquete básico” que debe proveer la Educación. Si no se les logra transmitir los instrumentos básicos del legado heredado, cómo va a ser posible lograr que desarrollen herramientas más sofisticadas como el razonamiento, la imaginación o el espíritu crítico. Y esas son las bases últimas de la ciudadanía. ¿Qué ciudadano puede cambiar la realidad si no la entiende, no la crítica y no es capaz de imaginar algo diferente y mejor?



La Educación, sobretodo la pública, que es la que pagamos los ciudadanos sin necesariamente utilizarla, pero también se puede englobar a la privada en determinados contextos, no está construyendo ese piso mínimo desde el cual nos comencemos a diferenciar. No está siendo eficiente en trasmitir normas, valores y legado, y es incapaz de lograr generar la crítica, el razonamiento, ni la imaginación, necesarias para asegurarnos el desarrollo. Y a las pruebas me remito. Tomemos ejemplos cotidianos y veremos que lo que falla es la Educación



De esta forma, no es casualidad que en estos tiempos el mercado laboral se encuentre sobre-exigiendo educación para puestos laborales que en realidad no la necesitan. Cuando en los clasificados del domingo se pide “bachillerato completo” para un puesto de cadete, lo que nos está demostrando el mercado laboral es que da por descontando que con el “paquete básico” de Educación, sancionado por ley en el Uruguay, no es seguro que el joven haya adquirido las normas y valores mínimos para desempeñarse en la tarea.



                Así, quien tiene el dinero suficiente no se le pasa por la mente, aún cuando estamos hablando de los mismos docentes en uno y otro ámbito, dejar a sus hijos en la Enseñanza Pública. Y muchos, para mi ingenuamente, se preguntan el por qué. Y es sencillo. Es una falsa creencia sobre que en los colegios privados hay una “mayor contención”. Y ante la demostración de que la situación es muy similar, la única salida, si poseen los medios, es pasar a un colegio más caro. Y así, como consecuencia directa, veremos cada vez más la reproducción de la estratificación del sistema de clases sociales en la Educación.



Es lo único para hacer



                ¿Con esto alcanza para solucionar todos los problemas de la Educación uruguaya? No. Definitivamente, no. Pero es lo mínimo en lo que hay que comenzar. En nuestro país la enseñanza tiene muchos otros problemas: Centralización Pedagógica y Administrativa; Falta de Liderazgo y Gestión; Ausencia de Controles de Calidad; Inequidad; Financiamiento de la Oferta y no de la Demanda; Falta de Participación Ciudadana y de Libertad de Elección, entre otros. Todos ellos llevarían muchas páginas de futuras entregas sobre las posibilidades de solución existentes. Sin embargo, la solución de la mayoría de estos problemas no tendría el efecto buscado si no se resuelve antes el problema de fondo que traté de explicarles.



Para la próxima nota les propongo indagar más sobre las distintas soluciones que pueden presentarse para éstos otros problemas. Les advierto que mi solución, no por original, sino por radical, será origen para un debate por demás interesante.

8 comentarios:

Alfredo dijo...

Luego de leer atentamente el artículo, con el cual coincido plenamente, pensando en la traba fundamental que tiene nuestra educación, que evidentemente es "deseducar", creo oportuno que se den una vuelta por una nota que escribiera hace algunos meses, en la que se establece como uno de los dos parámetros fundamentales, junto con el control de la prensa, para que un gobernante oclócrata, consiga cumplir con sus fines. Es titulada OCLOCRACIA.

Horacio dijo...

No estoy muy informado de la educacion en uruguay..aunque se que es un desastre y se agravó con estos gobiernos por la forma...quisiera saber porque en el liceo dan "peronismo" e historia de la dictadura"..obviamente con una versión benévola para los actores que la propiciaron o aceleraron el proceso....

@mvdsister dijo...

Escuchaste a Ehrlich hoy con Emiliano? Me temo que de esta galera no va a salir un conejo, muy por el contrario. Cuando no se sabe el camino, no tienen la más remota idea de qué es lo que se quiere, no se llega a ningún lugar. La hoja de ruta es un chiste de mal gusto. ¿Ruta¿ Hacia la nada!

Anónimo dijo...

Hace ya décadas que la Educación uruguaya perdió el rumbo. Ahogada además presupuestalmente, la estocada final se la dio la reforma "Rama", de ahí fue en picada, los resultados están a la vista.

Anónimo dijo...

LA CLAVE EN LA EDUCACION PUBLICA SOBRE TODO ES LA FALTA DE VALORES,YA SE QUE ESO ES DEBER DE LOS PADRES,PERO EN LA ESCUELA LES RECALCAN LOS DERECHOS DEL NIÑO CASI A FUEGO PERO NO LAS OBLIGACIONES Y EL RESPETO QUE SON INSEPARABLES SI QUEREMOS FORMAR CIUDADANOS EQUILIBRADOS,ES COTIDIANO ESCUCHAR A ESCOLARES Y ADOLECENTES DESAFIAR A SUS MAESTROS Y PADRES CON EL MAYOR DESPARPAJO ,INSULTOS ,ETC.DEBEMOS VOLVER A APLICAR LECCIONES CLARAS ,LIMITES CLAROS UN NIÑO SIN LIMITES SERA UN ADOLECENTE REBELDE Y CONFLICTIVO,SEGUN MI HUMILDE OPINION ESO ES LO QUE ESTA DESTROZANDO LA EDUCACION,ANTES TE SUSPENDIAN ,LLAMABAN A TUS PADRES,SI NO IBAN PASABAN LA DENUNCIA A LA POLICIA,INAME Y LES ASEGURO QUE ERA ASI.HOY LAS REGLAS SON SEGUN EL CARACTER Y DEDICACION DEL MAESTRO QUE LES TOQUE;LIMITES Y NORMAS DE CONDUCTA PREESTABLECIDAS Y QUE TODOS CONOZCAN Y ACATEN,DESDE AHI ENTONCES REVISAR LOS PLANES DE ESTUDIO ,PORQUE ME TEMO QUE POR MAS VUELTAS QUE LE DEMOS A LOS PROGRAMAS SIN LO PRIMERO NUNCA LOGRAREMOS PARAR ESTA ESPECIE DE DESCALABRO SOCIO MORAL CURRICULAR QUE ESTAMOS PADECIENDO.NO ES SOLO CREAR ESCUELAS DE TIEMPO COMPLETO SI NO LES DAMOS EDUCACION CURRICULAR Y EN VALORES DE CALIDAD.

Anónimo dijo...

Concuerdo plenamente con la nota de Ançonimo, el dçia 6 de noviembre de 2011 00:26.

Menalcas dijo...

Su comentario me pareció muy prolijo y encarado desde lo estrictamente técnico-profesional y eso, seguramente, por su condición de docente. Sin embargo Ud. evade un sin número de aspectos que también hacen a la cuestión y que no son menos importantes. Por ejemplo aspectos inherentes a la condición humana que, como un círculo vicioso, ese mismo deterioro de la educación ha tenido su incidencia ya en varias generaciones. Usted parte de la premisa de que hay una sociedad educada para educarse y yo creo que así debiera ser pero, lamentablemente no lo es. No creo que se trate de querer o pretender insuflarles conocimientos, educación, valores, información o, como quiera llamarlo, a quienes no están receptivos a todo ello. Insisto: no están educados para educarse. Por otra parte tampoco Ud. se refiere a los aspectos politicos- ideológicos como si los mismos no hubieran tenido nada que ver en todo este proceso de deterioro en la educación de nuestra sociedad ni de los intereses y la tentación que siempre ha existido por la captación de las mentes jóvenes y inexpertas hacia los diversos "rebaños". Tampoco Ud. hace mención en todo su artículo a la importancia de la laicidad.

APLA en Uruguay dijo...

www.youtube.com/watch?v=wdWAP9ZtYX8

Estos gurises hicieron nada más y nada menos que lo que hacían nuestros ancestros cuando mataban por instinto. Lo demostró Stanley Kubrick en "2001 ODISEA DEL ESPACIO".... en la primera de sus cuatro partes, vemos cómo uno de NUESTROS ancestros de la raza humana logra "aprehender" el uso de objetos contundentes -¿por asociación de ideas?- para atacar a sus rivales, y queda demostrada la diferencia entre los que sabían usar y los que no... entre los que mandan y los que obedecen...

No hay ninguna diferencia con el comportamiento "primate" del adolescente que golpea a la perra.... no se trata de juzgar el acto en sí, fuera de contexto, sino, justamente, todo lo contrario, o sea que este acto que repudiamos, nos retrotrotrae a tiempos arcaicos.... y nos genera un rechazo visceral....

Sin embargo, como dije ut supra, hay otros comportamientos violentos con los que ya aprehendimos a convivir: violencia doméstica, niños descalzos, gente durmiendo en las calles a pleno día, carros tirados por animales famélicos, niños durmiendo en carros de basura, niños comiendo basura, contextos agresivos para nuestros jóvenes en liceos y escuelas deterioradas, profesores que toman a sus alumnos de rehenes, y un sinfín de cosas más....

Y MIRAMOS PARA OTRO LADO... AMÉN... pero cuando hay un hecho puntual, que "nos resulta fácil" de prender con la mano, ahí saltamos todos, prontos a criticar y condenar con la misma fuerza y pasión, con que el muchacho blande el palo... pero esos muchachos que apalearon a la perra, crecieron en estos contextos... ¿o no...?

¿¡Y encima los vamos a linchar...!?

PENSAR CON CABEZA PROPIA, ESO ES LO QUE NOS FALTA... Y CON LA MANO EN EL CORAZÓN... SI ES QUE TENEMOS UNO....

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